#NiUnaMenos: Porque todas hemos sido abusadas alguna vez en nuestras vidas, marchemos el #13A
Trato de rebuscar en mi pasado a ver si yo también comparto alguna de esas experiencias y claro que sí, de pronto recuerdo la rabia. Poco antes de la segunda vuelta de 2011 entre Humala y Keiko, el trabajo era duro y regresé a mi casa casi a medianoche. Detrás de mí había un tipo que me seguía y yo ni por asomo creí que tenía alguna intención perversa. Se detuvo frente a la puerta de mi casa y yo, ingenua, con una sonrisa, le pregunté si buscaba a alguien. No respondió pero vi que movía sus manos, bajé la cabeza y vi que tenía el cierre abierto, su pene afuera, y se masturbaba frente a mí.
La calle estaba vacía así que volteé lo más calmada que pude, - esa desgracia de ser humano se acercó por detrás y dijo ay qué rico - metí la llave en la puerta, abrí, entré y cerré la puerta.
Me quedé quién sabe cuánto en las escaleras pensando qué hacer, mirando por alguna rendija para ver si aún seguía ahí. Tenía miedo de moverme, que viera mi sombra. Estaba agazapada en mi casa. Cuando por fin reaccioné, le conté a mi papá quien salió disparado a ver si ese tipo aún andaba por ahí. Por semanas tuve miedo de que el mismo tipo regresara, no hay nada más aterrador que ser atacada en el lugar en el que uno se considera a salvo. Tenía miedo de que el tipo apareciera en algún momento y yo ya no tuviera tanta suerte.
Una cuestión de suerte
Después de haber leído los testimonios personales de cada una de las mujeres que se animó a compartir su historia, se hace aún más necesario no pensar en cifras cuando se habla de violencia sexual contra las mujeres. Ni el dolor ni el verdadero significado de un ataque se pueden ver en los números.
"A los 5 tuve un tío que me tocaba"
"A los 9 años" (...) el hombre este se metió conmigo ya para qué decir todo lo que me hizo."
"A los 12 años atacada por un pedofilo en Madrid."
"Todas las mañanas me despierto y lucho para que las heridas que tengo dentro mío me dejen vivir"Puede ser que ahora tengamos derecho a voto, que ahora podamos divorciarnos, que ya no estemos obligadas a casarnos con el que nos violó, que podamos ir a la universidad, ocupar cargos públicos o postular a la Presidencia. Sin embargo, aún queda lo más importante, cambiar la mentalidad de nuestra sociedad y exigir que se nos respete como ciudadanas del mundo. Este 13 de agosto marchemos por nosotras, por nuestras mamás, por nuestras hijas, por nuestras hermanas. Si tocan a una, tocan a todas.
Les dejo el himno del Movimiento de Liberación de las Mujeres - MLF por sus siglas en francés. ¡De pie, mujeres, de pie!
Escrito por
Periodista clásica. Leo, investigo, escribo y, como no puede ser de otra manera, me involucro. Ahora en París, ayer en Lima.
Publicado en
La vida 10,253 Kilómetros lejos de Lima, mi casa.